Cada vez que firmas...

Cada vez que firmas...

Mi pequeña Lenore

viernes, 30 de mayo de 2008

Y cuando menos te lo esperas...


Ya no recuerdo cuál fue la primera vez que estuve en Madrid.

Si tuviera una memoria de elefante, diría: La primera vez fue con dos años. O quizá fue cuando aún no había ni nacido, cuando aún estaba en la tripa de mi madre. O a lo mejor fue cuando ya era un poquito más mayor, cuando ya me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.

El caso es que, seguro que aquella primera vez que estuve en Madrid, no podía ni imaginarme todo lo que esta ciudad significaría para mí.

Primero, eso sí lo recuerdo, íbamos a Madrid para ver a los abuelos, para ver a mis padrinos y para jugar a la videoconsola con mis primos los mayores.


Después, íbamos a Madrid para ver la ciudad y entrar a los museos, esos que no había en mi pueblo, el de cera y el de ciencias naturales.

Después, íbamos a Madrid para montar en el Metro, y vimos a un señor haciendo trucos de magia en el mismo vagón en el que estábamos nosotros.

Más tarde, íbamos a Madrid para ir al Parque de Atracciones, con los abuelos y con los primos, a pasar un día divertido montando en todos los cacharros, y al día siguiente, al zoológico.

Después, íbamos a Madrid para comprar unas zapatillas de Ballet nuevas, porque las que vendían en mi pueblo me hacían mucho daño al bailar.

Más tarde, íbamos a Madrid para ir a ver un musical con mis abuelos, por ser la nieta cansina que no paró hasta que la llevaron al teatro.

Después, ibamos a Madrid para ir a la boda de mi padre con su mujer.

Después, íbamos a Madrid para que mi padre pasara un fin de semana con su mujer y con nosotros, y nos llevara a la Warner.

Y creo que fue más o menos en este momento, cuando me di cuenta de que Madrid estaba mucho más cerca de lo que parecía, mucho más cerca que un viaje en el coche con papá, aunque me lo pasara entero durmiendo.

Y entonces ya no fuimos a Madrid: Entonces fui a Madrid.

Fui a Madrid a conocer en persona a gente que había conocido por Internet.

Fui a Madrid para ver el mejor musical que ha existido sobre la tierra.

Fui a Madrid para animarme, después de la operación de la rodilla, para estar con mis amigos.

Fui a Madrid para ensayar un musical con aquella gran familia que nos habíamos juntado.

Fui a Madrid para pasar unos días con mis dos mejores amigos, para ir al teatro, para comer helados de Häagen-Dazs y para que me dieran una sorpresa.

Fui a Madrid para participar en una obra de teatro la noche de Hallowe'en.

Fui a Madrid para pasar los fines de semana con la persona que me robó el corazón.


Y por último, ya no voy a Madrid.

Ahora, vengo a Madrid.



¿Quién me lo iba a decir?

4 comentarios:

Kira dijo...

Te odio, has conseguido emocionarme.

Ju... es que eres estupenda. A mi me gustas :)

Anónimo dijo...

A ver, a ver....... la primera vez fuiste dentro de mí cuando tenías -7 meses. Y ya siendo personilla la primera vez que te llevamos tenías 1 mes y ya te tumbabas recta y no redoblada......recuerda como naciste. Fuiste en un cuco de mimbre en el asiento de atrás del coche, aquel Opel Corsa de color verde. No sé como guardas tan buenos recuerdos de aquellas idas.....la mayoria de las veces, pasabamos el fin de semana metidos en casa de tus abuelos. No fueron buenos principios, pero no todo lo que empieza mal acaba del mismo modo. Me alegro un monton por tí. Un beso. Ahora solo espero que de vez en cuando vengas al pueblo desde tu Madrid.

Anónimo dijo...

Uauuuuuuuuuuuuuuu prima, que bonito, espero que en esos fui, voy, estoy en Madrid se vuelva a recuperar el vernos de vez en cuando, que parece que si, pero no es tan grande la ciudad como la pintan.

Que aqui estamos deseando veros, que se os echa de menos, ya no iremos al parque de atracciones o al zoo, pero podemos tomar un café o salir de marcha.

Que si tu eras cansina hace unos años con ir al teatro no te puedes imaginar lo cansina que puedo llegar a ser yo con ir a tomar un café (si lo de ser cansino es de familia, te lo digo yo)

Además, deberías hacerme caso, sólo por que soy más mayor que tú.

Mil besotes de tu prima la mayor (por que el primo a secas es mi tato, ajajajajajaj)

Anónimo dijo...

Matizo por si acaso, que releyendo no suena bien: "Además, deberías hacerme caso, sólo por que soy más mayor que tú." pretendía ser sarcástico...